Una meta ambiciosa, Las estrategias para reducir emisiones deben responder a las complejidades de nuestras condiciones.

Por:Manuel Guzmán Hennessey 03 de diciembre 2020 , 09:25 p. m.

Acaba el año con una ola de acción climática global. Ciento veintisiete países responsables del 63 % de las emisiones se han comprometido con rutas cero emisiones para 2050. Colombia se suma a ella: anunció que reducirá sus emisiones de carbono en 51 % antes de 2030. Casi 3 veces más que la meta actual, del 20 %. Aún faltan los grandes emisores, pero China anunció neutralidad climática en 2060 y Estados Unidos, en 2050. El Acuerdo de París se fortalece.

Ahora bien, según el Carbon Action Tracker, para la mayoría de los países, las emisiones forestales son un porcentaje relativamente pequeño de las emisiones totales. No es nuestro caso. Debido a nuestros altos niveles de deforestación, inadecuados usos del suelo y prácticas agrícolas y ganaderas altamente productoras de metano, Colombia es uno de los pocos países en donde las emisiones provenientes de estos sectores son mayores que las de otros sectores de la economía (como la industria, la movilidad urbana y la generación eléctrica).

De manera que las estrategias para reducir emisiones y cumplir el 51 % deben responder a las singularidades y complejidades de nuestras condiciones nacionales específicas. Algunos han manifestado sorpresa por el anuncio del Gobierno, pues consideran que la meta es alta y poco realista. Tienen razón. No será fácil llevar a cero la deforestación, cambiar los modelos agrícolas y ganaderos y acelerar el abandono del carbono. Aunque difícil, es lo que la ciencia ha pedido.

De manera que (sorprendido o no) invito a cogerle la caña al Gobierno. Sumarse a la ola global mediante una gran coalición de actores, públicos y privados que acompañe este propósito. Hacer nuestro Pacto Verde. Empresarios, sociedad civil, universidades, gobiernos locales. ¿Cuánto cuesta todo esto? No lo sabemos aún. Cuando la meta era del 20 %, el DNP calculó que se necesitaban 19.000 millones de dólares solo para mitigación, y que entre 2020 y 2050 debíamos comprometer el 0,87 % del PIB. Pero estas cifras hay que actualizarlas a las circunstancias SARS-CoV-2 y al 51 %. Haría bien el Gobierno si declara la emergencia climática para proveer los recursos que el inicio de este proceso demanda. Y luego, convocar a todos, pero especialmente al sector privado, que, en la vieja meta, debía aportar alrededor del 62 %. Difícil, pero hay que hacerlo. La responsabilidad es de todos.

Manuel Guzmán Hennessey@GuzmanHennessey


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