La crisis por la pandemia del Coronavirus como oportunidad para el progreso en la emergencia climática

La crisis por coronavirus marca un momento decisivo para el cambio climático. Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) disminuirán este 2020 más que en cualquier otro año registrado. Para lograr emisiones netas cero en 2050, tendría que repetirse la reducción de GEI alcanzada este año. La contaminación ha mermado debido a la decadencia de la actividad económica y a los cambios en el comportamiento humano, lo que ha producido menor demanda de energía y de combustibles fósiles.

La actual crisis es comparable a la emergencia climática, solo que esta última va en cámara lenta y es más peligrosa. Estabilizar el clima requiere de mayor participación estatal y de acciones que estén soportadas por todos los sectores sociales, y la crisis por covid-19 ha demostrado que los Estados son capaces de tomar acciones decisivas cuando de crisis se trata.

Una enseñanza que dejó la crisis financiera del 2009 es que las políticas de estímulo ecológico suelen tener ventajas. La energía renovable termina generando más empleos a corto plazo, lo cual impulsa el gasto y aumenta los multiplicadores del PIB. En el largo plazo, las energías renovables pueden ofrecer mayores multiplicadores y además requerirán menor gasto en su operación y mantenimiento.

El progreso en el cambio climático podría acelerarse o retrasarte a causa de los paquetes de recuperación fiscal. Si se emplean políticas “verdes”, desvincularían las emisiones de la actividad económica, y si fueran “marrones” reforzarían los lazos entre el crecimiento económico y los combustibles fósiles.

Por lo anterior, para el diseño de estos paquetes Smith School of Enterprise and the Environment (SSEE) sugiere que: 1. las políticas de recuperación cumplan con los objetivos económicos mientras generan un impacto climático positivo; 2. que los co-beneficios sean capturados, es decir, mirar las ventajas -que traen las políticas amigables para el ambiente- en otros sectores que no sea el económico (por ejemplo, la energía renovable puede usarse para aumentar la electrificación rural) y 3. el diseño de la política es importante y hay que ser cuidadosos en esto, debido que una política diseñada incorrectamente será ineficaz y no suplirá las necesidades existentes.

Gracias a la crisis por coronavirus han surgido nuevas prácticas y comportamientos, esto debe ser aprovechado al máximo para construir políticas e invertir en activos productivos a largo plazo con el fin de no retornar a la normalidad anterior que acentúa la crisis climática.

Referencias

Hepburn, C., O’Callaghan, B., Stern, N., Stiglitz, J., and Zenghelis, D. (2020), ‘Will COVID-19 fiscal recovery packages accelerate or retard progress on climate change?’, Smith School Working Paper 20-02. Recuperado el 27 de mayo del 2020, de https://academic.oup.com/oxrep/advance-article/doi/10.1093/oxrep/graa015/5832003.


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